Existen algunas conductas que lograrían afectar tu relación e incluso, llevarla a un final nada agradable… ¡Evítalas!
Muy por el contrario de lo que pensamos, las relaciones de pareja no son perfectas, pues incluso las que consideramos "las mejores parejas" pelean de vez en cuando. Sin embargo, eso no significa que debas dejar pasar cosas o, por el contrario, que todo se convierta en un pleito que se interponga en el camino de la felicidad.
Es una realidad que los temas que nos molestan de nuestras parejas deben ser discutidos para lograr poner las cosas en una balanza y llegar a un acuerdo, pero existen algunos otros como por ejemplo los celos o algunas actitudes específicas que pueden convertirse en una verdadera pesadilla.
Falta de comunicación: Si sientes que tu pareja y tú ya no hablan como antes cuida la comunicación que existe entre ambos, pregúntale por su día, las cosas que hace y si tiene o no algún problema; recuerda, la comunicación es FUNDAMENTAL para una relación de pareja.
La Rutina: Definitivamente, esta es una de las causas principales de relaciones que se destruyen, pues llega a aburrir a ambas partes. Pregúntate recurrentemente ¿cuándo fue la última vez que hicieron algo nuevo? Y echa a volar tu imaginación…
Pelear en público:Las parejas perfectas no existen, incluso esas que a ti te parecen, discuten de vez en cuando, pero cuando los problemas son tan grandes que no pueden evitar pelear en público es porque algo está muy mal. ¡Cuidado! Discute cuando estén a solas.
Falta de intimidad: Además de afectar la estabilidad emocional de la pareja, puede favorecer mucho a las infidelidades, por eso la intimidad es tan importante; mientras más satisfactoria sea la vida sexual, más fuerte será la relación.
Celos excesivos: Controladoras, agresivas e insoportables… Es en lo que se convierten las personas con celos excesivos, ¡cuidado! Si este problema no se resuelve a tiempo, puede terminar la relación.
Intentar cambiarlo/a: A veces pensamos que al intentar cambiar a la persona estamos mejorándola, sin embargo, eso no es cierto. Utiliza el amor para impulsar a que saque lo mejor de sí mismo, pero no quieras convertirlo en otra persona si no ¿para qué estás con él/ella?
Familia: No importa qué tan mal te caiga la familia de tu pareja, el discutir por alguno de ellos NO vale la pena, pues llevas todas las de perder, aunque él o ella esté consciente de que están haciendo algo mal. ¡No dejes que tu suegra afecte la relación!
Mentir: Es común que digamos “mentiritas” porque creemos que es lo mejor para la relación, pero si no eres capaz de hablar con la verdad, la relación se basará en mentiras, lo que la hará más débil y susceptible a destruirse.
Descuidarte:A pesar de lo que podrías pensar, este es uno de los problemas más recurrentes en relaciones largas, y es que cuando llevamos tiempo con alguien es algo normal. No lo hagas por él/ella, hazlo por ti y de esta forma se mantendrá la atracción que los unió.
Espiar: “El que busca, encuentra”, así de sencillo. Sí confías en tu pareja ¿para qué espiarla? No caigas en la tentación de revisar sus redes sociales, mensajes, llamadas y hasta WhatsApp, este hábito podría afectar tu relación si sobreanalizas cada Like o comentario.
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