miércoles, 27 de noviembre de 2013

Relámpago del Catatumbo (Aspectos Estudiados Científicamente)




Los Relámpagos del Catatumbo son un conjunto de tormentas eléctricas que ocurren unas 260 noches al año en toda la cuenca del Lago del Maracaibo, en el occidente de Venezuela. Se le denomina Relámpago del Catatumbo porque avistándose desde lejos las distintas tormentas parecen ser una sola, tendiendo a ubicarse con mayor frecuencia cerca de la desembocadura del río Catatumbo, en el suroeste del Lago. Ocasionalmente se le denomina Faro de Maracaibo, ya que su permanencia en la zona ha servido de guía a navegantes, pescadores y viajeros desde la época de la Colonia.

Desde hace aproximadamente unos 500 años se ha venido reportando recurrentemente la aparición de este fenómeno electro-atmosférico de características singulares en una extensa zona (Figura 1) de más de 226.000 hectáreas ubicada en la costa suroeste del Lago de Maracaibo, Venezuela (ver por ejemplo [Zavrotsky, 1975] y referencias allí presentes). No hay evidencia observacional de que ocurra siempre en una misma ubicación, sino que los epicentros se encuentran dispersos a lo largo y ancho de la mencionada área [Stock, Martínez, Muñoz et al., 2011].

Siendo la zona de aparición del evento de poco menos de 2500 km2 no es de extrañar que los múltiples epicentros parezcan desde lejos un único fenómeno, visible, según algunos reportes [Centeno, 1968], desde el Mar Caribe. Este hecho le ha proporcionado al evento en cuestión fama más allá de las fronteras venezolanas, existiendo algunos investigadores que le califican del “primer faro natural del planeta” [Kawazaki-Muñoz, 2004].

Configuración orográfica de la región de interés en el Occidente de Venezuela. 

La región que corresponde a los pantanos del Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel está delimitada al Norte por la cuenca del río Santa Ana, y al Sur por la del Catatumbo, por el Este colinda con la Reserva de Flora y Fauna del Ministerio del Ambiente en donde se ubican poblaciones palafíticas como Congo Mirador, a orillas del Lago de Maracaibo, y por el Oeste colinda con hatos y haciendas cercanas a la Carretera Regional No. 6, que une las poblaciones de Machiques con Casigua El Cubo [Muñoz y Cubillán, 2005]. En su interior yacen las cuencas de los ríos Bravo y Concepción y las lagunas La Negra, La Belleza, la Bellecita, El Zamuro y La Estrella (la más extensa de todas). Se trata de un ecosistema cenagoso, con profundidades entre 1 y 5 metros, y temperaturas medias anuales entre 28 ºC y 32 ºC [Muñoz y Cubillán, 2005].

Algunas de las lagunas aparecen con aguas verdaderamente oscuras debido al detritus depositado en el fondo, en particular La Negra y en mayor medida aún El Zamuro, cuya circulación de agua es bastante pobre. En algunas zonas en el interior de los pantanos hay pequeñas porciones de tierra firme, con temperaturas medias hacia las 12h HLV que oscilan entre los 32 ºC y 38 ºC.

Los vientos de la región presentan dos circulaciones cualitativamente diferentes [Falcón, Pitter, Muñoz et al., 2000; Díaz-Lobatón y Muñoz, 2011] (ver Figura 2). Por debajo de la cota de 1.500 metros sobre el nivel del mar (msnm) se presenta un proceso de deslizamiento forzoso debido a las montañas de las cordilleras de Perijá y Los Andes, y conlleva a la formación de corrientes convectivas y de gran desarrollo vertical entre los 500 y 1.500 m de altura, principalmente a pie de monte.

A mayor altura, sobre los 3.000 msnm la dirección de los vientos y su velocidad media es bastante similar a la del resto de Venezuela. En la región del Catatumbo, los vientos reinantes a nivel de superficie son los del Norte, Nor-noreste y del Noreste, desde las 9h HLV hasta las 17h HLV [Centeno, 1968]. Tras la puesta del Sol soplan también vientos del Sur, Sureste, Suroeste y Noroeste que provienen de la serranía de Los Andes, Ocaña y Perijá. Aunque en general no fluyen a nivel del suelo en ocasiones pueden medirse, y los de mayor frecuencia son los provenientes del Sureste [Centeno, 1968]. 

Circulación media de vientos a nivel de superficie y precipitación acumulada mensual de Enero para el período 1998-2008.
  

 Número total medio de flashes (relámpagos) para el período 1998-2005. Fuente: Centro de Modelado Científico (CMC) usando datos de LIS (NASA).
 
Densidad de flashes (número de relámpagos por año por kilómetro cuadrado) para el período 1998-2005. Fuente: Centro de Modelado Científico (CMC) usando datos de LIS (NASA).

Data satelital del Sensor de Imágenes de Relámpagos (LIS, en inglés) de la Misión de Medición de Precipitaciones Tropicales (TRMM, NASA) para todo el planeta Tierra evidencia que una zona bien diferenciada en el norte de Sudamérica posee la mayor densidad media anual de flashes de todo el globo terráqueo [Albrecht, Goodman, Buechler et al., 2009; Stock, Martínez, Muñoz et al., 2011]. Esta región está ubicada precisamente en el occidente de Venezuela (Figura 3), en el estado Zulia, y específicamente los datos muestran la mayor frecuencia de eventos cerca de la desembocadura del río Catatumbo, en la cuenca del Lago de Maracaibo (Figura 4).

Uno de los aspectos que mayor interés despierta hoy en día el Relámpago del Catatumbo se relaciona con la posibilidad o no de que el evento electro-atmosférico regenere la capa de ozono. Resulta un tema controversial toda vez que las tormentas eléctricas, si bien es cierto generan una cantidad de ozono (y NOx), se producen en la tropósfera, mientras que la capa de ozono se ubica en la estratósfera. En efecto, mientras que usualmente la tropósfera alcanza unos 8 km de altura sobre el nivel del mar, para latitudes tropicales puede alcanzar hasta los 16 km. Ahí donde termina la tropósfera (siendo la interfaz la tropopausa) empieza la estratósfera que puede alcanzar hasta unos 50 km de altura. Para latitudes ecuatoriales la capa de ozono se encuentra entre los 24 y 28 km de altura, aproximadamente.

Dado que la velocidad promedio de ascensión de un glóbulo de aire es de unos 20-30 metros por día [Muñoz y Cubillán, 2005], el tiempo típico que le tomaría a un glóbulo de aire ascender desde la parte alta de la tropósfera hasta la altura de la capa de ozono se estima en por lo menos 6 meses. Sin embargo el tiempo de vida medio del ozono que se produce por las descargas eléctricas es del orden de horas, por lo que no está claro cómo los Relámpagos del Catatumbo pueden regenerar la capa de ozono.
Aspectos Cientificos aportados por Doctor Ángel Muñoz del Centro de Modelado Científico de la Universidad del Zulia


Parte del documental "Historias Secretas" de la ciudad de Maracaibo donde hablan sobre el Relámpago del Catatumbo



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