Hace 40 años, la escritora feminista norteamericana Nancy Friday publicó su libro “My Secret Garden” (Mi jardín secreto). En él, se exploraban las fantasías eróticas femeninas en la década de 1970.
Desde ahí hasta ahora, innumerables libros y manuales relativos a la sexualidad femenina se han escrito; sin embargo, la autora británica Emily Dubberley ha ido más allá y ha escrito “Garden of Desires” (Jardín de deseos), inspirándose en el de Friday, que sigue hurgando en el mismo tema.
En su libro, busca una mirada renovada al origen de estas fantasías e indaga en la profundidad y amplitud de la imaginación sexual de las mujeres. Pero, ¿cuáles son las principales fantasías femeninas?
Según las conclusiones de Dubberley, existen cinco áreas principales en las que se concentran las fantasías femeninas. ¿Quieres conocerlas?
Fantasías sumisas
Abarcan una amplia gama, van desde simplemente ceder a un hombre dominante, hasta violaciones o contratos formalizados como en “50 sombras de Grey”, donde una mujer accede a recibir órdenes e incluso experimentar placer a través del dolor físico. Pero como se trata de lo netamente sexual, no quiere decir que una mujer que disfruta de ceder el control en la intimidad, está dispuesta a aceptar la misma situación en la vida real.
Fantasías dominantes
Son aquellas en los que la persona fantasea con tener el control de un esclavo erótico que satisface sus necesidades sexuales. No necesariamente incluye dolor o maltrato físico. Esta fantasía puede encarnarse en el rol de una dominatrix, o simplemente centrarse en que la mujer es la principal receptora del placer.
Exhibicionismo y voyeurismo
Trata sobre ver y ser visto mientras se tiene relaciones sexuales. El libro señala que muchas mujeres fantasean con un encuentro sexual en medio de un club nocturno lleno de gente, ver que otros tienen relaciones sexuales desde un lugar oculto, o participar en actos sexuales mientras los vecinos observan.
Fantasías sexuales de grupo
Puede incluir las anteriores. Para algunos tiene que ver con la idea de ser “muy estimulado” -al experimentar placer en distintas partes del cuerpo al mismo tiempo-, mientras para otras se relaciona con la posibilidad de tener relaciones sexuales con un hombre y una mujer, a la vez.
También puede aludir a observar como otros tienen sexo en el mismo lugar o simplemente la naturaleza totalmente anónima de algunos actos de sexo en grupo.
Fantasías en pareja
Esta se relaciona con tener sexo con una pareja en particular, que puede ser la persona con la que están saliendo, un amigo, un colega, un famoso o un desconocido.
Dubberley señala en su libro que “nuestras fantasías reflejan lo que somos, ofrecen una manera altamente individualizada para mejorar nuestro propio placer, ya que al aceptar nuestras fantasías nos aceptamos a nosotros mismos, y en la aceptación de las fantasías de otras mujeres, las apoyamos en su individualidad”.
Desde ahí hasta ahora, innumerables libros y manuales relativos a la sexualidad femenina se han escrito; sin embargo, la autora británica Emily Dubberley ha ido más allá y ha escrito “Garden of Desires” (Jardín de deseos), inspirándose en el de Friday, que sigue hurgando en el mismo tema.
En su libro, busca una mirada renovada al origen de estas fantasías e indaga en la profundidad y amplitud de la imaginación sexual de las mujeres. Pero, ¿cuáles son las principales fantasías femeninas?
Según las conclusiones de Dubberley, existen cinco áreas principales en las que se concentran las fantasías femeninas. ¿Quieres conocerlas?
Fantasías sumisas
Abarcan una amplia gama, van desde simplemente ceder a un hombre dominante, hasta violaciones o contratos formalizados como en “50 sombras de Grey”, donde una mujer accede a recibir órdenes e incluso experimentar placer a través del dolor físico. Pero como se trata de lo netamente sexual, no quiere decir que una mujer que disfruta de ceder el control en la intimidad, está dispuesta a aceptar la misma situación en la vida real.
Fantasías dominantes
Son aquellas en los que la persona fantasea con tener el control de un esclavo erótico que satisface sus necesidades sexuales. No necesariamente incluye dolor o maltrato físico. Esta fantasía puede encarnarse en el rol de una dominatrix, o simplemente centrarse en que la mujer es la principal receptora del placer.
Exhibicionismo y voyeurismo
Trata sobre ver y ser visto mientras se tiene relaciones sexuales. El libro señala que muchas mujeres fantasean con un encuentro sexual en medio de un club nocturno lleno de gente, ver que otros tienen relaciones sexuales desde un lugar oculto, o participar en actos sexuales mientras los vecinos observan.
Fantasías sexuales de grupo
Puede incluir las anteriores. Para algunos tiene que ver con la idea de ser “muy estimulado” -al experimentar placer en distintas partes del cuerpo al mismo tiempo-, mientras para otras se relaciona con la posibilidad de tener relaciones sexuales con un hombre y una mujer, a la vez.
También puede aludir a observar como otros tienen sexo en el mismo lugar o simplemente la naturaleza totalmente anónima de algunos actos de sexo en grupo.
Fantasías en pareja
Esta se relaciona con tener sexo con una pareja en particular, que puede ser la persona con la que están saliendo, un amigo, un colega, un famoso o un desconocido.
Dubberley señala en su libro que “nuestras fantasías reflejan lo que somos, ofrecen una manera altamente individualizada para mejorar nuestro propio placer, ya que al aceptar nuestras fantasías nos aceptamos a nosotros mismos, y en la aceptación de las fantasías de otras mujeres, las apoyamos en su individualidad”.
Fuente: ActitudFem
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