Adelgazar, sentirse bien, desconectar… Son muchas las razones por las que médicos y psicólogos recomiendan hacer ejercicio físico, pero no todo el mundo tiene por qué hacerlo de la misma manera. Ya sea porque se nos sale del presupuesto, nos pilla lejos de casa, nos aburre o, simplemente, nos agobia el ambiente de un espacio lleno de gente sudada enseñando sus músculos, no todos estamos dispuestos a apuntarnos a un gimnasio. Pero eso no es óbice para que hagamos ejercicio.
Hoy en día se han popularizado enormemente los gimnasios, pero la realidad es que hasta hace muy poco la mayor parte de la gente practicaba ejercicio fuera de estos, ya sea trabajando, desplazándose o, simplemente, jugando al fútbol con los amigos. Y, en tiempos de crisis económica –y sintiéndolo por los gerentes de los gimnasios–, apostar por cierto tipo de actividades al aire libre puede ser la mejor opción para combatir el sedentarismo, ahorrando y divirtiéndonos al mismo tiempo.
1. Apúntate a un equipo
En casi todos los municipios hay liguillas deportivas de fútbol, baloncesto, voleibol, balonmano… Una buena idea para sortear la pereza que puede darnos hacer deporte es apuntarnos con nuestros amigos a una de estas ligas. Por muy malos que seáis, vais a divertiros haciendo ejercicio. Si no tienes suficientes conocidos interesados en apuntarse a un equipo siempre puedes buscar uno en tu barrio: en casi todos los conjuntos se necesitan jugadores.
2. Camina
Pasear es la manera más sencilla de hacer ejercicio. Basta cambiar la rutina con la que nos desplazamos a nuestro lugar de trabajo, y dejar de lado el coche o el transporte público, para quemar unas calorías de más. Otra buena idea es dar paseos por lugares que desconozcas de la ciudad: es entretenido y caminarás más tiempo sin cansarte. Un consejo: si empiezas a andar de forma rutinaria y quieres quemar cada vez más calorías, trata de ir acelerando el paso poco a poco. Andando rápido se hace mucho más ejercicio que andando lento.
3. Realiza tu propia tabla de ejercicios en el parque o en casa
La práctica totalidad de los ejercicios que realizamos en un gimnasio pueden replicarse en un parque o en casa. Para realizar ejercicios aérobicos y de fuerza no necesitas más que un par de zapatillas, ropa deportiva y, como mucho, algún banco donde apoyarte para hacer ciertos ejercicios. Siguiendo una simple rutina de ocho ejercicios, tres veces a la semana y durante una hora, lograrás adelgazar y tonificar tu cuerpo.
4. Aprovecha las webs de descuentos
En las páginas en las que se ofertan cupones de descuentos –como Groupalia, Groupon, Let´s Bonus…– hay muchas ofertas relacionadas con cursos deportivos o actividades de aventura de todo tipo. Los precios suelen ser atractivos y nos pueden animar a salir más de casa sin gastarnos a un dineral. ¿Quién quiere ir al gimnasio pudiendo hacer rafting o esgrima?
5. Corre
El atletismo, o running como nos gusta llamarlo ahora, es sin duda el deporte de moda. Quizás es por lo barato que resulta –basta con unas zapatillas–, porque se puede hacer en cualquier momento, o por el enorme tirón que tienen las carreras populares. Sea cuál sea la razón, lo cierto es que cada vez corre más gente. No hace falta gran cosa para empezar a correr: a medida que vayamos cogiendo forma podremos abordar distancias más largas en menos tiempo. Una buena manera de animarse a practicar atletismo de forma constante es apuntarse a una carrera popular de 10 kilómetros, la distancia más accesible para los debutantes. Si tu meta es participar en la competición y finalizarla estarás más motivado para salir a correr a diario.
6. Sube a la montaña
Teniendo en cuenta lo montañoso que es nuestro país, el senderismo es una fantástica opción para hacer deporte los fines de semana. En muchos casos, basta hacer una hora de viaje para alcanzar un parque natural, calzarse las botas y subir una montaña. En un día de excursión quemaremos muchas más calorías que en una sesión de gimnasio, con el añadido de visitar un espacio mucho más agradable.
7. Haz la casa
Sí, se puede limpiar la casa a la vez que se hace ejercicio, matando así dos pájaros de un tiro. Ponte ropa cómoda y trata realizar las tareas a un ritmo mayor de lo normal. Nuestros trabajos sedentarios son una de las grandes razones por las que en las sociedades desarrolladas hay cada vez más personas con sobrepeso, por eso es recomendable que, en nuestro tiempo libre, tratemos de realizar actividades que nos obliguen a movernos.
8. Apúntate a un voluntariado
Trabajar como voluntario no sólo es una de las estrategias más inteligentes para ser feliz, y hacer feliz a los demás, además puede ser una buena forma de evitar el sedentarismo que nos atrapa los fines de semana. Apuntarse a un campo de trabajo, ayudar en un banco de alimentos o trabajar con las ONG o parroquias es una forma inmejorable de hacer ejercicio físico. Hay una cosa que hay que tener clara: si estás todo el día moviéndote acabarás quemando calorías.
9. Monta en bici
Si sustituimos el coche o el transporte público por la bicicleta en nuestros desplazamientos cotidianos haremos ejercicio casi sin darnos cuenta y sin perder apenas tiempo. En todas las ciudades se puede montar en bicicleta si se toman las debidas precauciones. Además, los fines de semana, puedes realizar excursiones con la misma. Es el único punto de este listado para el que se necesita una inversión, pero no es gran cosa: en las páginas y tiendas de artículos de segunda mano hay bicicletas, para todos los gustos y a precios asequibles.
10. Practica yoga o Pilates en casa
Aunque para practicar yoga o Pilates lo mejor es apuntarse a un curso, se trata de un tipo de ejercicio que puedes realizar con bastante facilidad en casa. Lo único que necesitas es algo de espacio, una colchoneta y una pelota de goma si lo que quieres es practicar Pilates. Hay cientos de vídeos en internet y todo tipo de libros que puedes consultar para realizar los ejercicios de forma correcta.
Hoy en día se han popularizado enormemente los gimnasios, pero la realidad es que hasta hace muy poco la mayor parte de la gente practicaba ejercicio fuera de estos, ya sea trabajando, desplazándose o, simplemente, jugando al fútbol con los amigos. Y, en tiempos de crisis económica –y sintiéndolo por los gerentes de los gimnasios–, apostar por cierto tipo de actividades al aire libre puede ser la mejor opción para combatir el sedentarismo, ahorrando y divirtiéndonos al mismo tiempo.
1. Apúntate a un equipo
En casi todos los municipios hay liguillas deportivas de fútbol, baloncesto, voleibol, balonmano… Una buena idea para sortear la pereza que puede darnos hacer deporte es apuntarnos con nuestros amigos a una de estas ligas. Por muy malos que seáis, vais a divertiros haciendo ejercicio. Si no tienes suficientes conocidos interesados en apuntarse a un equipo siempre puedes buscar uno en tu barrio: en casi todos los conjuntos se necesitan jugadores.
2. Camina
Pasear es la manera más sencilla de hacer ejercicio. Basta cambiar la rutina con la que nos desplazamos a nuestro lugar de trabajo, y dejar de lado el coche o el transporte público, para quemar unas calorías de más. Otra buena idea es dar paseos por lugares que desconozcas de la ciudad: es entretenido y caminarás más tiempo sin cansarte. Un consejo: si empiezas a andar de forma rutinaria y quieres quemar cada vez más calorías, trata de ir acelerando el paso poco a poco. Andando rápido se hace mucho más ejercicio que andando lento.
3. Realiza tu propia tabla de ejercicios en el parque o en casa
La práctica totalidad de los ejercicios que realizamos en un gimnasio pueden replicarse en un parque o en casa. Para realizar ejercicios aérobicos y de fuerza no necesitas más que un par de zapatillas, ropa deportiva y, como mucho, algún banco donde apoyarte para hacer ciertos ejercicios. Siguiendo una simple rutina de ocho ejercicios, tres veces a la semana y durante una hora, lograrás adelgazar y tonificar tu cuerpo.
4. Aprovecha las webs de descuentos
En las páginas en las que se ofertan cupones de descuentos –como Groupalia, Groupon, Let´s Bonus…– hay muchas ofertas relacionadas con cursos deportivos o actividades de aventura de todo tipo. Los precios suelen ser atractivos y nos pueden animar a salir más de casa sin gastarnos a un dineral. ¿Quién quiere ir al gimnasio pudiendo hacer rafting o esgrima?
5. Corre
El atletismo, o running como nos gusta llamarlo ahora, es sin duda el deporte de moda. Quizás es por lo barato que resulta –basta con unas zapatillas–, porque se puede hacer en cualquier momento, o por el enorme tirón que tienen las carreras populares. Sea cuál sea la razón, lo cierto es que cada vez corre más gente. No hace falta gran cosa para empezar a correr: a medida que vayamos cogiendo forma podremos abordar distancias más largas en menos tiempo. Una buena manera de animarse a practicar atletismo de forma constante es apuntarse a una carrera popular de 10 kilómetros, la distancia más accesible para los debutantes. Si tu meta es participar en la competición y finalizarla estarás más motivado para salir a correr a diario.
6. Sube a la montaña
Teniendo en cuenta lo montañoso que es nuestro país, el senderismo es una fantástica opción para hacer deporte los fines de semana. En muchos casos, basta hacer una hora de viaje para alcanzar un parque natural, calzarse las botas y subir una montaña. En un día de excursión quemaremos muchas más calorías que en una sesión de gimnasio, con el añadido de visitar un espacio mucho más agradable.
7. Haz la casa
Sí, se puede limpiar la casa a la vez que se hace ejercicio, matando así dos pájaros de un tiro. Ponte ropa cómoda y trata realizar las tareas a un ritmo mayor de lo normal. Nuestros trabajos sedentarios son una de las grandes razones por las que en las sociedades desarrolladas hay cada vez más personas con sobrepeso, por eso es recomendable que, en nuestro tiempo libre, tratemos de realizar actividades que nos obliguen a movernos.
8. Apúntate a un voluntariado
Trabajar como voluntario no sólo es una de las estrategias más inteligentes para ser feliz, y hacer feliz a los demás, además puede ser una buena forma de evitar el sedentarismo que nos atrapa los fines de semana. Apuntarse a un campo de trabajo, ayudar en un banco de alimentos o trabajar con las ONG o parroquias es una forma inmejorable de hacer ejercicio físico. Hay una cosa que hay que tener clara: si estás todo el día moviéndote acabarás quemando calorías.
9. Monta en bici
Si sustituimos el coche o el transporte público por la bicicleta en nuestros desplazamientos cotidianos haremos ejercicio casi sin darnos cuenta y sin perder apenas tiempo. En todas las ciudades se puede montar en bicicleta si se toman las debidas precauciones. Además, los fines de semana, puedes realizar excursiones con la misma. Es el único punto de este listado para el que se necesita una inversión, pero no es gran cosa: en las páginas y tiendas de artículos de segunda mano hay bicicletas, para todos los gustos y a precios asequibles.
10. Practica yoga o Pilates en casa
Aunque para practicar yoga o Pilates lo mejor es apuntarse a un curso, se trata de un tipo de ejercicio que puedes realizar con bastante facilidad en casa. Lo único que necesitas es algo de espacio, una colchoneta y una pelota de goma si lo que quieres es practicar Pilates. Hay cientos de vídeos en internet y todo tipo de libros que puedes consultar para realizar los ejercicios de forma correcta.
Fuente: ElConfidencial
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